Artículos
Rastrear los métodos legos. Una propuesta de análisis para investigaciones biográficas-narrativas
Cita sugerida: Grippaldi, E. (2024). Rastrear los métodos legos. Una propuesta de análisis para investigaciones biográficas-narrativas. Revista Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales, 14(1), e139. https://doi.org/10.24215/18537863e139
Resumen: : El artículo presenta una propuesta analítica para investigaciones que aplican el método biográfico-narrativo. El método biográfico en Ciencias Sociales tiene múltiples orientaciones para la obtención de datos y no se limita a los relatos biográficos. Esta estrategia para analizar los relatos biográficos considera que las personas, al contar sus biografías o determinadas experiencias, recurren a un conjunto de métodos legos –estrategias pragmáticas que utilizan para hacer inteligible sus vidas–. Atender a estos métodos provee a quienes investigan de claves analíticas para interpretar los discursos sobre sus experiencias e identidades. De este modo, el artículo desarrolla un conjunto de herramientas analíticas consistentes en observar los métodos de quienes cuentan sus biografías.
Palabras clave: Método biográfico, Investigación biográfica, Narrativas personales, Relatos de vida.
Tracing lay methods. A proposal for analyzing biographical-narrative research
Abstract: This article presents a proposal for analyzing research that applies the biographical-narrative method in the Social Sciences. This method encompasses multiple orientations for data collection and is not confined solely to biographical narratives. The proposed strategy for analyzing biographical accounts posits that, when individuals recount their autobiographies or certain experiences, they employ a set of lay methods–pragmatic strategies used to make their lives comprehensible. Examining these methods provides researchers with analytical tools to interpret discourses about their experiences and identities. In this way, the article develops a framework for observing the methods used by individuals when narrating their biographies.
Keywords: Biographical Method, Biographical Research, Personal Narratives, Life Stories.
Rastreamento de métodos leigos. Uma proposta de análise para a pesquisa biográfico-narrativa
Resumo: O artigo apresenta uma proposta analítica de pesquisa que aplica o método biográfico-narrativo. O método biográfico nas Ciências Sociais tem várias orientações para obter dados e não se limita a relatos biográficos. Essa estratégia de análise de relatos biográficos considera que as pessoas, ao relatar suas biografias ou experiências particulares, se baseiam em um conjunto de métodos leigos, ou seja, estratégias pragmáticas que usam para tornar suas vidas inteligíveis. A consideração desses métodos fornece aos pesquisadores as chaves analíticas para interpretar os discursos sobre suas experiências e identidades. Dessa forma, o artigo desenvolve um conjunto de ferramentas analíticas que consiste em observar os métodos daqueles que narram suas biografias.
Palavras-chave: Método biográfico, Pesquisa biográfica, Narrativas pessoais, Histórias de vida.
1. Introducción
En este artículo desarrollamos una estrategia analítica para investigaciones que aplican el método biográfico en sus vertientes más interpretativas. Estas orientaciones del método focalizan el análisis en el discurso o relato que producen sobre sus vidas quienes relatan, en vez de rastrear la dimensión objetiva o fáctica de lo vivido. Esta estrategia para analizar los relatos biográficos, como argumentaremos en las siguientes páginas, parte de la consideración de que las personas al contar sus biografías o determinadas experiencias recurren a un conjunto de métodos legos –estrategias pragmáticas que utilizan para hacer inteligibles sus biografías–. Tener en cuenta estos métodos, que emplean de forma más o menos consciente, provee a quienes investigan de claves analíticas para interpretar los relatos biográficos.
La estrategia analítica que desarrollamos en este artículo no pretende tener un carácter prescriptivo sobre cómo deben efectuarse determinadas investigaciones biográficas, sino que ofrece posibilidades de análisis con el propósito de estimular la imaginación metodológica para quienes encaran investigaciones cuyas preguntas giran en torno a los discursos biográficos, las subjetividades y las identidades de personas situadas.1
Para desarrollar esta estrategia de análisis, primero, describimos el método biográfico y sus estilos de investigación en el contexto de sociedades auto/biográficas (Plummer, 2001). Segundo, profundizamos en las características de la investigación biográfica-narrativa. Tercero, abordamos cinco métodos legos que, a su vez, representan claves analíticas para abordar las narrativas biográficas. Finalmente, sintetizamos los aspectos principales de esta propuesta analítica.
2. El método biográfico y sus estilos de investigación
En el siglo XXI –con la expansión de Internet, las redes sociales y los medios audiovisuales–, las tendencias preexistentes de expansión del “espacio biográfico” (Arfuch, 2010) se han acentuado. En las sociedades auto/biográficas (Plummer, 2001) lo biográfico adquiere centralidad y, en este marco, se amplía el espectro de prácticas testimoniales y diarios íntimos –o éxtimos (Sibilia, 2012)– que objetivan las experiencias. Así, las personas contemporáneas son expertas en sus biografías (Meccia, 2019a), cuentan, producen y publican documentos biográficos a partir de los cuales hacen inteligibles sus vidas.
Sensible al interés creciente de lo biográfico en las sociedades contemporáneas, en el ámbito de las Ciencias Sociales se han diversificado en las últimas décadas los enfoques teóricos y las propuestas metodológicas para indagar en las intersecciones entre biografías y sociedad. El aumento significativo del uso de métodos y datos biográficos en la investigación social ha sido descripto por parte de investigadores como un “giro biográfico” (Goodwin, 2012; Rustin, 2005). A su vez, debido a la amplitud que contiene la denominación método biográfico, Joanna Bornat (2008) sostiene que en las condiciones actuales representa un término “paraguas”, que reúne actividades ambiguamente relacionadas entre sí.
Dentro de este “paraguas”, podemos reconocer estudios biográficos centrados en las nociones de “curso de vida”, “trayectoria”, “ciclo vital”, “método narrativo”, “investigación narrativa”, “carrera moral”, “historia de vida”, “relato de vida”, “narrativas del yo”, “itinerario biográfico”, “historia reciente”, “historia oral”, “historia clínica”, “línea de vida”, “auto/biografía”, “testimonio”, entre otros (Meccia, 2019a; Chase, 2015). Esta “multiplicidad terminológica” (Bolívar y Domingo, 2006, p. 14) expresa la diversidad de estilos vigentes para producir y analizar datos biográficos.
Esta expansión terminológica está acompañada de una falta de consenso respecto de algunos significados y categorías, y nos encontramos con la siguiente situación: “A veces una misma palabra expresa conceptos diferentes y otras veces un mismo concepto es expresado por palabras distintas” (Meccia, 2019a, p. 39). Frente a esta imprecisión conceptual, diversos investigadores e investigadoras sistematizaron y clasificaron los distintos estudios biográficos (Muñiz Terra, 2020; Meccia, 2019a; Verd y Lozares, 2016; Chase, 2015; Squire et al, 2013; Goodwin, 2012; Bertaux, 2005; Miller, 2000). Si bien son diversos los criterios que sostienen las clasificaciones, en este artículo seguimos la definición y la propuesta clasificatoria de Meccia (2019a). Para el autor:
El «método biográfico» designa un amplio conjunto de procedimientos para la producción de datos empíricos relativos al estudio de la vida de los individuos. Los procedimientos pueden enmarcarse en la metodología cualitativa y/o cuantitativa y están destinados a dar cuenta de un transcurso, de un devenir, es decir: son datos que deben informar sobre los impactos del paso del tiempo en las biografías (Meccia, 2019a, p. 25)
La definición de método biográfico es amplia y encapsula todas aquellas estrategias metodológicas que focalizan la lente sobre vidas o una vida (Goodwin, 2012). Dentro de este paraguas comparten la característica de estar orientadas a recopilar, construir y analizar datos relativos a un transcurso de tiempo biográfico. Además, aunque con diferentes procedimientos y técnicas, lo que permite incluirlas dentro de la misma categoría es que tienen el núcleo común de la existencia de un yo que ha participado de sucesos o experiencias (Sautu, 2004), y quienes investigan registran e interpretan, por un medio u otro, las experiencias de vida de los individuos (Seale et al, 2004, p. 3). Asimismo, estos escritos y documentos de vida (Stanley, 2013) no indagan únicamente en el individuo o su singularidad, sino que están ubicados histórica y espacialmente e iluminan las relaciones, configuraciones y equilibrios de poder contingentes y cambiantes (Goodwin, 2012).
Otro atributo del método biográfico en las Ciencias Sociales consiste en “su propensión a mirar las vidas desde adentro, en especial, las vidas subordinadas” (Meccia, 2019a, p. 37). Finalmente, otro elemento compartido consiste en la existencia, de modo más o menos explícito, de tres niveles analíticos concatenados: reconocen la existencia de un «yo» (nivel microsocial) que afecta y es afectado por diferentes vinculaciones grupales e institucionales (nivel del análisis mesosocial) y que, al mismo tiempo, se encuentra inmerso en un momento sociohistórico especifico (nivel de análisis macrosocial) (Meccia, 2019a).
Más allá de los aspectos comunes que habilitan la agrupación dentro de la amplia noción de método biográfico, a partir de la clasificación de Meccia (2019a) es posible distinguir distintos estilos de investigación según los objetivos y los grandes objetos de fondo que subyacen a distintas preguntas de superficie (de investigación). En este marco, las aplicaciones del método biográfico se distribuyen a lo largo de un arco de posibilidades cuyos dos extremos son el estudio de los hechos (la sucesión de acontecimientos según informan los comportamientos y/o las historias de vida) y el estudio de experiencias (cómo la gente significa los acontecimientos que vivió) (Meccia, 2019a). En otras palabras, en un lado están aquellas investigaciones biográficas interesadas, por una parte, en reconstruir hechos (cómo fue o cómo es la vida, lo que efectivamente pasó). En el otro extremo se encuentran quienes indagan en los discursos biográficos, reconstruyen las experiencias y las formas que tienen las personas de significar hechos significativos de sus vidas (cómo cuentan la vida).
En esta división tenemos quienes investigan cómo fue o es la vida y, por ello, buscan relevar contenidos, hechos, facticidades de las biografías. Abordan preguntas socio-estructurales. Por otra parte, aquellos que indagan cómo cuentan la vida centralizan el análisis en el discurso biográfico, es decir, los modos de enunciación de sí, la estructura de la narración sobre esos contenidos (Conde, 1993, pp. 212-213). Aquí, las cuestiones de fondo son socio-simbólicas. En otros términos, analizar relatos de experiencias (o de vida) es distinto de analizar historias de vida.
Estas maneras de efectuar investigaciones representan modos de observación de los fenómenos biográficos que requieren procedimientos particulares. Desde luego, estos dos estilos no son excluyentes y la división es heurística, ya que los límites entre ellos son porosos y, en investigaciones particulares, se superponen. Sostiene Bertaux:
Sobre todo, estos dos “niveles”, lo socio-estructural y lo socio-simbólico, no son más que dos caras de una misma realidad, lo social; por esto, todo estudio profundo de un conjunto de relaciones sociales está obligado a considerarlos simultáneamente (Bertaux, 1999, p. 6).
No obstante, en el marco de investigaciones concretas es usual que el acento esté volcado hacia un tipo de objeto (socio-estructural o socio-simbólico) (Meccia, 2012). Estos estilos de investigación constituyen ventanas para observar múltiples problemas sociológicos. La estrategia de análisis desarrollada en este artículo se ubica en las vertientes del método biográfico que más acentúan el análisis del discurso o relato de las personas. Por tanto, las claves analíticas que presentaremos son útiles para investigaciones que indagan cómo cuentan la vida y estudian las subjetividades e identidades situadas. A continuación, describimos los postulados generales de los estudios biográficos-narrativos.
3. Investigaciones biográficas-narrativas
El método biográfico, como sostuvimos arriba, engloba diversos estilos de investigación que buscan obtener datos sobre transcursos o devenires en las vidas de las personas. Entre las diferentes clasificaciones de este método, nos apoyamos en aquella que distingue según qué intereses cognitivos u objetos de fondo guían la investigación. De esta manera, es diferente estudiar la historia de vida de las personas que estudiar las maneras en que relatan o cuentan sus vidas. En este artículo, desarrollamos una estrategia analítica útil para estas últimas, las denominadas investigaciones biográficas-narrativas, cuyo interés primario reside en reconstruir los relatos de vida, las formas narrativas o los discursos biográficos que elaboran determinados individuos sobre sus biografías.
El creciente interés en las Ciencias Sociales por el estudio de las biografías –caracterizado como un “giro biográfico”– ocurre en paralelo a otro cambio de dirección en el que suelen sustentarse las investigaciones sobre los discursos biográficos, a saber: un “giro narrativo” (Chase, 2015; Squire et al, 2013; Plummer, 2012; Riessman, 2001). Este se asienta en la expansión de lo narrativo en numerosos y variados campos de investigación, como la antropología, la sociolingüística, la psicología y la sociología (Riessman, 2001), y en cambios en los estilos de investigación producto de transformaciones sociales en las condiciones de la modernidad tardía que expresan la “muerte de la gran narrativa” (Plummer, 2012, p. 343) y la valoración de los pequeños relatos. Un aspecto fundamental de este desplazamiento hacia lo narrativo es que, distanciándose de la visión referencial del lenguaje, las y los investigadoras/es sostienen que quienes relatan construyen acontecimientos valiéndose de las narrativas, en lugar de referirse a o reflejar simplemente la realidad (Chase, 2015).
La investigación biográfica-narrativa es un campo multidisciplinario e interdisciplinario y cualquier intento de simplificar su complejidad no haría justicia a la riqueza de los enfoques teóricos (Squire et al, 2013). Pero cabe destacar que, en el marco de las Ciencias Sociales, desde la década de los ochenta en diversas disciplinas se enfatiza en la importancia de la narrativa para indagar en las identidades y en los modos de configuración de las experiencias (Bruner, 2013; Frank, 1997; Ricoeur, 1996; Kleinman, 1988). Desde un enfoque socio-narrativo (Grippaldi, 2023; Plummer, 2019; Meccia, 2019b; 2017; Frank, 2012), se estudian las formas históricamente disponibles de contar experiencias, en las cuales las narrativas constituyen recursos cognoscitivos que permiten la localización de las experiencias del yo en el mundo. Quienes narran, si bien construyen relatos, no los crean desde la nada, sino que los elaboran a partir de signos, símbolos y textos provistos por la cultura. Este enfoque analiza las narrativas biográficas o del yo –empleadas en este artículo indistintamente– como puesta en intriga, modos de configurar una trama concebida como una “síntesis de elementos heterogéneos” (Ricœur, 2006, p. 10).
Además, las narrativas biográficas son dialógicas (Frank, 2012; Arfuch, 2010; Good, 2003; Bajtín, 1999): se producen por, con y para otros/as (Grippaldi, 2023). En principio, son por otros, debido a que las personas, al ponerse a narrar sus vidas, realizan enunciados que surgen como respuesta a enunciados previos, producidos por otros sujetos. En el relato se entrecruzan distintos grados de alteridad, coexiste una polifonía de voces provenientes de diferentes esferas de la praxis. Las personas que cuentan historias se apoyan, critican, imitan, asumen diversas relaciones con enunciados –ficcionales o históricos– anteriores. En definitiva, en las investigaciones narrativas se suele partir del supuesto de que los relatos se elaboran a partir de la aplicación y fusión de esquemas interpretativos provistos por la cultura.
Simultáneamente, la narrativa es una construcción realizada con –ya que es un trabajo colaborativo–. En una situación de co-presencia –como en la entrevista biográfica–, qué y cómo se cuenta una historia no depende exclusivamente de quien narra, sino también de la participación del oyente, auditorio o narratario. En este sentido, las narrativas son coproducidas, debido a que son elaboradas con la intervención de otra persona. Surgen en (y de) el encuentro con otro y son un producto contingente de esta interacción (Muñiz Terra, 2018; Di Leo et al, 2013). En particular, se concibe que la vigilancia epistemológica en la perspectiva biográfica asume la necesidad de expresar y analizar la posicionalidad del investigador; es decir, supone un acto reflexivo por parte de este en torno a las influencias que su género, edad, raza/etnicidad, identidad sexual, etc. pueden tener en la investigación (Muñiz Terra, 2020). La situación de entrevista también puede ser, y es, un objeto de análisis en sí mismo; de esta manera Bamberg (2011) aborda los aspectos interpersonales e identitarios de menor escala del contexto en los cuales se producen las narrativas.
También las narrativas biográficas son para otros –puesto que están destinadas a otras personas–. Las/os investigadoras/es consideran las narrativas como acciones verbales (Chase, 2015), reconocen su carácter performativo y asumen que quienes narran hacen cosas con las palabras. El enunciado es destinado (Bajtín, 1999), ya que se dirige a alguien, a un destinatario presente, ausente, real o imaginado, al que, probablemente, se quiera informar, persuadir o convencer de algo. Quienes narran tienen múltiples propósitos, y es una tarea del análisis sociológico averiguar para qué se construye un relato (Laslett, 1999).
Además del carácter dialógico de la narración, las investigaciones biográficas suelen prestar consideración al momento de la producción del relato. La narrativa se elabora, inevitablemente, en el presente de la enunciación. Hoy es el único tiempo posible de narración (Arfuch, 2010). Existen múltiples niveles analíticos de ese presente, que se relacionan con el contexto general (macro), la situación biográfica e institucional (meso) y el contexto interaccional (micro) del relato.
En este triple presente, primero, cambian históricamente los marcos de referencia considerados válidos en una época o al interior de los grupos sociales. Este nivel macro alude a cambios en el tiempo histórico de una sociedad. Segundo, quienes narran se encuentran en una etapa particular de sus carreras o trayectorias. Este plano analítico meso remite a transformaciones en la temporalidad de la biografía. Cuentan sus vidas encontrándose en una situación biográficamente determinada (Schutz, 2008), en la cual lo que en un momento consideran significativo depende de las experiencias pasadas y los recursos narrativos que disponen en las circunstancias actuales de sus trayectorias. Por último, definen la situación de narración de diversas maneras. Este nivel de análisis micro refiere a los modos de interpretar las circunstancias o el contexto de interacción en el que cuentan sus historias.
De estas premisas de los estudios biográficos-narrativos se infiere un posicionamiento epistemológico. Esta postura, como señalamos, se distancia del uso del lenguaje en su función meramente referencial con su intención de reflejar objetivamente la vida tal como sucede. Este trabajo de contar y poner en palabras a otros/as, ausentes o presentes, conocidos y/o desconocidos, no se reduce a la reproducción ni la descripción de hechos fácticos de forma éticamente neutra, ni busca una correspondencia directa entre la narrativa y los acontecimientos que describe. Implica configurar una serie de acontecimientos (reales y/o imaginados) en una relación causal y significativa y, de modo más o menos explícito, evaluar y valorar al protagonista, otros personajes y la historia contada. Por tanto, quienes narran anexan referencias valorativas al mundo que existe y a modos de vida posibles (Bruner, 2013; Meccia, 2012; Arfuch, 2010; Hankiss, 1993). Asimismo, este complejo trabajo de contar una vida implica realizar operaciones cognitivas como generalizar, omitir, acentuar y atenuar hechos, o mentir, que tergiversan lo efectivamente vivido. Su valor analítico reside en comprender sus visiones y valoraciones del mundo y de sí mismos.
En esta postura epistemológica centrada en el análisis de realidades discursivas, los relatos informan acerca de las “verdades narrativas” (Meccia, 2019a, p. 54; Vasilachis de Gialdino, 2017) sobre los modos de estar en el mundo. Las/os investigadoras/es que se ciñen a los lineamientos de las investigaciones biográficas-narrativas indagan, principalmente, en la trama socio-simbólica de individuos o de un grupo social. Priorizan estudiar lo subjetivo y, para esta tarea, analizan los recursos discursivos que despliegan las personas al narrar determinadas experiencias biográficas. Por tanto, el relato o la narrativa adquieren espesor analítico en sí mismos.
Este interés analítico de las investigaciones biográficas-narrativas en los modos de contar –en desmedro de lo que efectivamente sucede– no implica ignorar las condiciones objetivas y los contextos socio-estructurales en los que están situados los relatos. Quienes investigan suelen permanecer sensibles a las relaciones sociales y los procesos en los que están inmersos y, por tanto, suelen asumir la tarea de reconstruir, con fuentes primarias y secundarias –aunque sin pretensión verificacionista–, el telón de fondo de las biografías (Grippaldi, 2019). Estas fuentes no cumplen un papel corroborativo de los relatos, sino que sirven para caracterizar y contextualizar el escenario en el que se producen los testimonios.
En síntesis, las investigaciones biográficas-narrativas otorgan relevancia a la temporalidad, al contexto y la subjetividad de quienes narran. Una vez establecidos los lineamientos de esta forma de estudiar las biografías, a continuación profundizaremos en qué hacen las personas cuando cuentan sus experiencias biográficas y en cómo analizar estas maneras de contar sus vidas.
4. Los métodos legos y sus claves analíticas
En la bibliografía disponible acerca del análisis narrativo sucede una situación análoga a la que presentamos cuando describimos el método biográfico, a saber: en algunas ocasiones una misma denominación expresa conceptos diferentes, y otras veces, a un mismo concepto se le otorgan distintos significados (Meccia, 2019a). No consideramos que exista la metodología de análisis correcta, sino que su adecuación depende de los objetivos, el enfoque conceptual de cada investigación y las habilidades de quienes investigan.
La estrategia de análisis que presentamos aquí consiste en seguir los métodos de las personas que narran. Las acciones que realizan las/os narradoras/es para lograr coherencia biográfica constituyen claves analíticas para interpretar los relatos biográficos. Al respecto, Meccia sostiene:
Este es el profundo sentido de afirmar que los "relatos de vida" son un método de las Ciencias Sociales pero, sobre todo, una superficie discursiva en la que tenemos que identificar otros métodos: los métodos del actor utilizados para hacer comprensible su mundo, para encajar lo menos traumáticamente en él (Meccia, 2012, p. 41).
La propuesta analítica que desarrollamos –en consonancia con lo que afirma Meccia– busca reconocer los métodos o procedimientos que aplican quienes relatan sus vidas. La palabra método entendida en un sentido amplio, acorde a su etimología, refiere al camino a seguir, al procedimiento para alcanzar un resultado. En consonancia con los postulados de la etnometodología de Garfinkel (2006), consideramos que es posible analizar las actividades cotidianas como métodos que sus miembros usan para hacer que esas actividades sean racionalmente visibles y reportables; es decir, explicables (accountable) como organizaciones de prácticas cotidianas. Sostenemos que las personas que cuentan aspectos significativos de sus vidas aplican diversos métodos legos.
En el contexto de producción de un relato biográfico, las personas utilizan un conjunto de métodos útiles para resolver o realizar esa actividad. Así, en el trabajo de configurar una historia inteligible de sus vidas, quienes narran, de forma más o menos consciente, construyen: (I) una trama narrativa con (II) participantes o personajes-fuerzas a partir de (III) usar recursos o insumos narrativos, (IV) cláusulas o formas narrativas y (V) estrategias discursivas. Cada uno de estos métodos legos, como veremos, sirve de claves analíticas para estudiar las identidades de quienes narran.
4.1. Tramas narrativas
Las personas, en la práctica de contar una historia, construyen una trama narrativa. Esta es una primera noción relevante para interpretar los relatos. En efecto, la narrativa no consiste en una enumeración que recoge los hechos de acuerdo con el orden cronológico en el que sucedieron, sino que implica una configuración. En esta configuración, quienes narran elaboran un relato con un inicio, un nudo y una resolución o fin. Según Ricoeur (2006), se trata de una puesta en intriga (mise en intrigue) de la propia existencia.
De acuerdo con Ricoeur (1996), la trama es una operación, un proceso integrador que otorga a quien narra una identidad dinámica. Esta puesta en intriga transforma una diversidad de acontecimientos o incidentes en una historia organizada y considerada como un todo inteligible y coherente. En principio, los acontecimientos o sucesos aislados no nos dicen nada acerca de qué tipo de historia se trata. La capacidad que tiene un acontecimiento para producir un sentido del drama remite a la posición que ocupa en el interior de la narración. En efecto, lo importante es la relación entre acontecimientos, y no los acontecimientos en sí mismos (Gergen, 1996, p. 244).
Para lograr una trama coherente, quienes relatan proceden, en el mismo proceso de interacción, a una edición narrativa (Gubrium y Holstein, 1998). Así, las personas utilizan métodos de edición del relato y, por lo tanto, en el curso de la práctica narrativa constantemente monitorean y revisan la historia emergente sensible a las intervenciones de sus interlocutores.
En el relato de vida, la trama narrativa se centra en la vida de quien la cuenta y, por tanto, predomina un discurso auto-referencial. El personaje principal del relato y el narrador coinciden. No obstante, en el relato se produce un desdoblamiento del yo. Evidentemente, se trata de un mismo yo empírico, pero quien narra es distinto del protagonista. Es necesario distinguir estos dos niveles: por un lado, el yo narrativo –aquel que habla– y, por otro, el yo de la narración –objeto del discurso–. A partir del presente de la enunciación, las personas cuentan y evalúan sus acciones en otro espacio y tiempo, como protagonistas de la historia. En el análisis de los relatos observamos que, en múltiples ocasiones, quienes cuentan establecen una notable distancia ética respecto del protagonista. Así, la crítica radical a su yo pasado sirve para tramitar una imagen de sí actual, para evidenciar el cambio entre quién era y quién es.
Otra de las características que está presente en la construcción de una trama es la dimensión ética que despliega. Además de establecer conexiones entre hechos, quienes narran realizan balances del mundo, de los personajes que lo habitan y de ellos mismos. En otras palabras, si bien mediante los relatos proceden a explicar y describir determinados estados de cosas, también agregan una valoración ética o moral de la historia, de sí mismos y de otros personajes.
Además de anexarle una valoración a la historia, al narrar las personas realizan una doble operación. Según Idalina Conde (1994), en la composición de la trama, quienes narran simultáneamente generan, por un lado, formas de auto-tematización (self-telling) y, por otro, formas de auto-proyección o de construcción de sí (self-making).
La primera de las acciones, auto-tematización, sugiere que quienes cuentan seleccionan un conjunto amplio de hechos y sucesos vividos, reales o imaginarios, desde determinada perspectiva. Abstraen, omiten, olvidan, exageran y dejan fuera de la trama diversos fenómenos. No todo es relevante de contar ni compatible con el tipo de historia en construcción. Utilizan criterios de inclusión y exclusión de temas para la conformación de una determinada trama. En paralelo a la selección temática, quien narra intenta transmitir a su auditorio una determinada concepción de sí. A partir de qué y cómo tematiza su vida, busca producir una proyección de sí mismo en el destinatario. En este sentido, hace ver . valer (Meccia, 2017) su historia de determinada forma. En esta segunda operación, que denomina selfmaking, las personas tramitan un concepto específico de sí mismas, una imagen que ofrecen al auditorio y que esperan que se tome sinecdóquicamente.
Para rastrear la trama de la narrativa biográfica, quienes investigan proceden a escuchar y/o leer el relato en su totalidad y a distinguir los acontecimientos o puntos de inflexión centrales del protagonista y la historia. Esta estrategia sirve para captar el tipo de historia que se cuenta.
En síntesis, las personas de manera más o menos consciente elaboran una trama narrativa –con un nudo, desarrollo, desenlace– y quienes investigan pueden reconstruirla, atendiendo al tipo de relato que construyen de forma holística, y a la imagen con sus valoraciones éticas del narrador y del personaje del discurso.
4.2. Participantes
Otro de los procedimientos que realizan las personas al narrar una historia y que, al mismo tiempo, representa una de las claves analíticas para la investigación biográfico-narrativa es la construcción y el reparto de participantes, actantes o personajes-fuerzas. En relación con el concepto de trama narrativa, sostenemos que en los relatos de vidas o narrativas biográficas las personas cuentan una historia en la que se inscriben como protagonistas. Quien narra es el personaje principal del relato, pero, desde luego, no el único. Así, la narrativa se compone de un conjunto de personajes-fuerzas que poseen capacidad para incidir en la historia (Meccia, 2012; Bamberg, 2011).
Cuando narran, colocan en la trama un conjunto de personajes que en el relato hacen algo, contribuyen a que la historia avance o se detenga. En efecto, la trama es dinamizada por personajes-fuerzas con diversa capacidad de efectuar transformaciones (Meccia, 2015). La concepción de personaje es congruente con la noción de actante, puesto que incluye en un modo amplio agentes no-humanos, como un grupo social, una entidad abstracta o una idea, siempre que puedan generar cambios. De esta manera, en la trama opera un conjunto de actantes —concretos, abstractos, individuales o colectivos— que a veces ayudan y otras obstruyen los fines que persigue el protagonista principal de la narración.
En cuanto a los participantes que operan en el relato, Michael Bamberg (2011) reflexiona acerca de los dilemas en los que navegan las personas que narran sus experiencias y aporta elementos propicios para el análisis en investigaciones narrativas. Afirma que un dilema consiste en que los relatos oscilan entre el ajuste de la persona ante el mundo . el ajuste del mundo ante la persona (Bamberg, 2011, p. 4). Quien narra se construye como personaje principal que sufre y que actúa. El personaje al que refiere el relato opera cambios en el mundo, en los otros cercanos y en sí mismo. Del mismo modo, el mundo, con sus infinitas fuerzas y agentes, transforma al personaje. Las personas que narran presentan al personaje con diferentes grados de capacidad de agencia que, entre los extremos, oscilan entre ser el productor de su historia o, por el contrario, una víctima del destino y de otros personajes.
A diferencia de la trama, en la que el trabajo de reconstrucción involucra una mayor interpretación de quienes investigan porque no aparece de manera manifiesta en el discurso, los participantes aparecen explícitamente en el testimonio. Para rastrearlos, quienes investigan pueden ubicar de qué tipo de personaje se trata (humano/no-humano; abstracto/concreto), en qué temporalidad se inscriben y qué papel o rol cumplen, con su grado de agencia, en el relato en relación con el protagonista.
Esta clave analítica permite reparar en el ensamble de personajes-fuerzas u actantes que quienes narran colocan en la trama para explicar cómo el protagonista llega a ser quién es hoy y quién aspira a ser o podrá ser. En otras palabras, en términos analíticos sirve a los fines de abordar la distribución de la agencia y las responsabilidades que conducen a explicar el devenir biográfico del protagonista.
4.3. Insumos narrativos
Otro de los métodos legos a los que recurren las personas para contar sus vidas y que, a su vez, constituye otra de las claves generales de análisis consiste en el uso de insumos o recursos narrativos. En particular, este método refiere al uso de materias primas o fuentes con el propósito de armar un relato biográfico.
Las personas, al configurar una historia, se nutren de diversos relatos provenientes de una multiplicidad de fuentes informativas. En el mundo contemporáneo localizamos innumerables insumos narrativos procedentes de diversas esferas de la praxis. No es posible realizar un listado exhaustivo y completo de la totalidad de recursos vigentes; en parte, porque son indefinidos, pero, principalmente, porque las personas los mezclan (Meccia, 2019a). Así, para elaborar la trama narrativa apelan a recursos narrativos de la filosofía, psicología, psicoanálisis, psiquiatría, religión, espirituales, medicinales, biológicos, literarios, de la autoayuda, el cine, etcétera. Al relatar, las personas suelen utilizar simultáneamente insumos procedentes de diferentes esferas de actividad y, de esta manera, realizan un bricolaje de fuentes que están al servicio de la composición de la trama narrativa.
Los recursos o insumos relevan que los relatos no son pura creación ex nihilo, sino que toman de referencia otras narraciones o claves narrativas disponibles en la cultura. Hay insumos que socialmente suelen ser valorados y otros considerados ilegítimos o que gozan de menor autoridad en determinados escenarios de interacción. Así, algunos recursos son explícitamente citados como fuente de autoridad. Otros, por el contrario, operan silenciosamente. Ahora bien, no todos tienen acceso a los mismos recursos narrativos, ni manejan de igual manera los lenguajes disponibles. Estos insumos se distribuyen diferencialmente según los grupos. En las comunidades narrativas predominan unas maneras legítimas o esperadas de contar y son inverosímiles otras. Los insumos principales para contar una nueva historia son los relatos que circulan en el entorno en el que se produce la narrativa. En este marco adquiere sentido identificar los distintos recursos cognitivos que utiliza, al momento de narrar, un grupo singular de personas para poner en palabras sus devenires biográficos.
Según Bajtín (1999), cualquier voz individual expresa un diálogo entre voces. En efecto, las narrativas condensan una polifonía de enunciados. El verdadero sentido de identidad de los seres humanos está limitado por los recursos que tenemos disponibles para contar nuestra propia historia (Frank, 2012).
Los recursos aparecen a veces explícitamente y otras de manera solapadas en las narrativas. Por tanto, el trabajo de quienes investigan consiste en rastrear las menciones o citas que operan como autoridad o posicionamiento desde donde se habla. Pero también, para localizar cabalmente estos insumos, es necesario realizar un trabajo interpretativo que consiste en indagar en el tipo de categorías utilizadas y sus procedencias. A modo de ejemplo, la recuperación insistente de Dios como agente que posibilita la recuperación puede estar indicando el uso de recursos narrativos provenientes de determinado espacio religioso, del que seguramente será necesario rastrear con mayor precisión cuál es.
Rastrear estos recursos que utilizan las personas para darles forma y sentido a sus biografías consiste en preguntarse por el conjunto de discursos que en la situación biográfica actual de producción del relato encuentran a disposición o consideran legítimos. Quienes investigan suelen tener que interpretar, en muchas ocasiones, desde dónde se narra.
4.4. Formas o cláusulas narrativas
Otro de los procedimientos narrativos que aplican las personas al narrar son las cláusulas o formas narrativas, que constituyen, simultáneamente, una de las claves generales de análisis de las narrativas del yo. Estas refieren a modos particulares de articular las secuencias que transmiten un mensaje general al cual las personas que narran subordinan el sentido de lo que se cuenta (Meccia, 2019b; 2017).
El investigador, luego de captarlas, debe retroceder e identificar todos los signos que se alinean con cada mensaje general (Meccia, 2019b, p. 81). Por tanto, las formas o moldes narrativos se infieren de la cadencia global del testimonio. Para identificar estas cláusulas es importante no descuidar la dimensión holística de cada relato.
Una de estas es la cláusula deceptiva (Meccia, 2017). Esta promueve ver las cosas en su medida real, a través de una restricción. Las personas tienden a atenuar las transformaciones de su vida (Grippaldi, 2023). Cambian positivamente, pero insisten en aminorar y no idealizar el cambio. O, por el contrario, otros cambian negativamente, pero señalan que todo se explica a partir de un acontecimiento: “algunas cosas siempre fueron así”.
Otra cláusula que suele estar presente en las narrativas es la global-local o general-particular (Meccia, 2017). Las transformaciones generales o postulados de mayor grado de abstracción luego son aplicados al protagonista. Así, por ejemplo, el protagonista padece determinada enfermedad, porque la configuración social en la que vive tiende a producirla en él o ella, como en sus diferentes habitantes.
Finalmente, otra cláusula, que denominamos semántica-episódica, consiste en afirmar características generales de la identidad que son especificadas a partir de relatar episodios concretos que validan o ejemplifican ese atributo o rasgo personal.
Las personas al narrar emplean estas cláusulas o formas –y muchas más– que dan indicios de las maneras en las que comprenden sus identidades. Es tarea de quienes investigan rastrear en los discursos estas múltiples formas de articular las secuencias y el mensaje general que transmite el relato.
4.5. Estrategias discursivas
Otro método lego que utilizan las personas para dar inteligibilidad a sus biografías y que, como los anteriores, sirve de clave analítica general son las estrategias discursivas. Específicamente, aludimos al uso de deícticos (de tiempo, de persona y lugar), metáforas y condicionales.
En primer lugar, el uso de deícticos (“acá” / “allá”, “yo” / “él”, “nosotros / ellos”, “antes” / “ahora”) opera como punto de referencia del discurso. Las personas proceden a establecer comparaciones consigo mismas según sus periodizaciones legas o acontecimientos que evidencian un “antes” y un “después” en sus vidas. Además, comparaciones entre “yo” y “ellos/as”, los/as “otros/as” y “nosotros/as” manifiestan las concomitantes filiaciones y desafiliaciones. También, los deícticos de lugar (“acá”, “allá”) evidencian diferencias y similitudes según localizaciones regionales.
En segundo lugar, las personas que narran persistentemente emplean metáforas para comunicar sus estados (Del Monaco, 2017). En muchas ocasiones, cuando no encontramos las palabras apropiadas para contar determinadas experiencias recurrimos a aquellas. Mediante el uso de esta figura retórica, quienes narran logran trasladar el significado de un concepto a otro, estableciendo una relación de analogía entre ambos términos.
Además, las personas recurren al uso de condicionales. De acuerdo con Conde (1994), quienes narran apelan a subjuntividades típicas que remiten a una teoría implícita de vidas posibles. En efecto, evocan las posibilidades acerca de qué es lo que podría ser y haber sido (Bruner, 2013) en caso de persistir, o no, determinadas circunstancias. Esta reflexividad que implica narrar hechos significativos de la vida no está exenta de dudas acerca de qué sucedió o por qué, y son las personas que relatan quienes elaboran hipótesis legas que se vinculan a posibles cursos de acción en función del diagnóstico de la situación presente. El uso de condicionales contrafácticos (Giddens, 1997, p. 44), como imaginación de otras vidas posibles, constituye un aspecto central para observar las valoraciones y balances morales que efectúan los actores sobre sus experiencias.
Estas estrategias discursivas que emplean quienes narran operan como claves para observar aspectos identitarios. Cabe advertir que este modo de rastrear los significados de los relatos corre el riesgo de fragmentarlos y perder la concepción holística de la narrativa. Para evitar esta parcialización, es necesario complementar el rastreo de estas estrategias discursivas con otros métodos legos. De este modo, reconstruir, principalmente, la trama, las formas y los personajes principales permite reestablecer el relato como una totalidad coherente.
5. Conclusiones
En este artículo presentamos algunas claves analíticas para investigaciones biográficas-narrativas que abordan las subjetividades o relatos de las experiencias personales. En otras palabras, esta estrategia de análisis está orientada a estudios que aplican el método biográfico en sus vertientes más interpretativas. Las claves analíticas aluden a la actividad de quienes investigan, mientras que los métodos legos remiten a aquellos procedimientos empleados por quienes narran. Estas claves analíticas consisten en rastrear los métodos legos que emplean las personas al contar sus vidas. Estos métodos pragmáticos de quienes narran se ejecutan sin plena conciencia de este saber-hacer y, a su vez, ofrecen indicios o pistas para el análisis de sus identidades.
Para lograr conformar una historia coherente de sus vidas, las personas emplean, al menos, cinco procedimientos discursivos en simultáneo. Elaboran una trama narrativa (I) con participantes (II) –humanos y no humanos– con capacidad de agencia, a partir de recuperar insumos narrativos (III) –explícitos e implícitos–, cláusulas o formas narrativas (IV) y estrategias discursivas (V). La siguiente tabla sintetiza los métodos de los actores y las claves analíticas para la investigación biográfica-narrativa desarrollados en este artículo.
Esta propuesta de análisis no pretende prescribir modos correctos de investigar en Ciencias Sociales. No obstante, consideramos que ofrece posibilidades analíticas con el propósito de estimular la imaginación metodológica de quienes encaran investigaciones cuyas preguntas giran en torno a las subjetividades de personas situadas. Esta estrategia de análisis de datos contribuye a relevar las categorías o los elementos de los que están armados los relatos de los sujetos. Su intención consiste en poder adaptarse flexiblemente a diversos contextos de investigación. Su utilización no ocurre sin una dosis de bricolaje (Delory-Momberger, 2012) por parte de quien investiga, dosis que responde a lo que está haciendo con lo que tiene o con lo que puede disponer del trabajo.
En las investigaciones concretas es posible, desde luego, emplear sólo algunas de estas claves analíticas y desatender otras. A su vez, estos métodos legos no son los únicos que emplean quienes narran y, por tanto, quienes investigan pueden identificar otros métodos, en función de las perspectivas teóricas y de los intereses que guíen las investigaciones. Además, estas claves analíticas no pretenden invalidar recursos analíticos vigentes, sino ofrecer otras posibilidades analíticas que pueden complementarse con estas formas legítimas de análisis disponibles. En el mejor de los casos, esta propuesta contribuye a agudizar la imaginación metodológica en investigaciones biográficas-narrativas.
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Notas
Recepción: 11 Julio 2023
Aprobación: 03 Abril 2024
Publicación: 01 Junio 2024